Pautas básicas de una buena alimentación
La composición exacta de una alimentación equilibrada está determinada por las características de cada persona, por ejemplo, la edad, el sexo y el estilo de vida. Aunque las necesidades de alguien que trabaja en una oficina son distintas de las de quien realiza una labor más física, los principios de la alimentación saludable siguen siendo los mismos.Hoy en día son muchos los que no llegan a unos mínimos en la ingesta de frutas, verduras, legumbres, cereales y frutos secos. Además, se consume una mayor cantidad de alimentos hipercalóricos, azúcares, sal y grasas.Respecto a estas últimas, la OMS señala como preferible el consumo de las que se encuentran de forma natural en los alimentos como pescado, aguacate, frutos secos y aceite de oliva, aguacate, coco, ajonjolí, (grasas no saturadas). De igual manera, insta a reducir el consumo grasas saturadas, así como de las derivadas de los productos procesados.Si tu alimentación dista mucho de ser considerada saludable y te cuesta cambiar de hábitos, lo mejor es que empieces con pequeñas acciones. Incluir paulatinamente verduras en cada comida y elegir frutas frescas de temporada son algunas de ellas.
Los beneficios de llevar una alimentación saludable Te mantiene fuerte Comer alimentos ricos en nutrientes y proteínas es fundamental para mantener los músculos fuertes. Por su parte, tanto a la vitamina D como a muchas de las B también se les atribuye propiedades que favorecen el aporte de energía.Además, consumir grasas y proteínas saludables junto con carbohidratos puede evitar que el azúcar en la sangre fluctúe y que tus niveles de energía se desplomen a media mañana.
Protege tu sistema inmunitario El sistema inmunitario es la base de la salud. Su misión es protegerte de todo aquello potencialmente dañino, como virus y bacterias, atacándolos cuando entran en tu cuerpo.Prestar atención a tu dieta es una buena manera de reducir la probabilidad de infecciones y prevenir resfriados. Al haber climas que favorecen la aparición de estos últimos, si vives en uno de ellos también será necesario adoptar medidas concretas como lavarte las manos con frecuencia y mantener una buena higiene.
Mantiene sana la piel La piel es el órgano más grande de tu cuerpo y por tanto debes cuidarlo. Consumir vitaminas está asociado a la reducción de posibilidades de desarrollar cáncer de piel.
Previene la osteoporosis Si quieres unos huesos fuertes, los productos lácteos, el pescado, las frutas y las verduras son indispensables en tu cesta de la compra. Mantener la sal a raya también puede ayudar en su prevención.
Regula el tránsito intestinal Las frutas, las verduras y los productos lácteos ricos en probióticos son siempre bien recibidos por las bacterias del tracto digestivo. Por su parte, los alimentos grasos y fritos no son nada recomendables.
Mejora tu estado de ánimo Está comprobado que existen alimentos que contribuyen a mejorar tu estado de ánimo. La razón es que ayudan al organismo a segregar ciertas hormonas (endorfinas, serotonina) que provocan sensación de felicidad y bienestar contribuyen a mejorar los síntomas de la depresión.
Reduce el estrés Ciertos alimentos tienen la capacidad de moderar la producción de hormonas que inducen el estrés, tales como el cortisol y la adrenalina. Algunos de ellos como las naranjas contienen vitamina C, mientras que otros como el salmón son ricos en ácidos omega-3. El chocolate negro aumenta el flujo sanguíneo del cerebro, influyendo de esta manera en el nivel de atención. Además, se verificó que contribuye a reducir los efectos negativos de la cafeína (por ejemplo, el aumento de la ansiedad).
Mejora el rendimiento del cerebro Una dieta rica en verduras, frutas, pescado y frutos secos, ayuda a reducir el deterioro de la memoria, la capacidad de concentración y otras funciones cerebrales.Comer alimentos ricos en ácidos omega-3 como el pescado, las nueces y los aguacates se traduce en un mejor funcionamiento del cerebro y por tanto un mayor rendimiento y una mayor productividad en el trabajo.
Cuida la salud de tus futuros hijos Todo lo que comes a lo largo de tu vida, incluso en la infancia, afecta a la fertilidad y a la salud del futuro bebé. Una razón más que suficiente para empezar a tomar mayor cantidad de alimentos frescos desde hoy mismo.
Protege el corazón Algunos alimentos como los cereales integrales ayudan a reducir los niveles de colesterol malo, altamente perjudicial para el corazón. Una dieta saludable implica que es baja en sodio, por lo que seguirla contribuye a mantener la presión arterial en los niveles adecuados.
Ayuda a prevenir problemas oculares Los alimentos ricos en antioxidantes juegan un papel importante en la prevención de dos problemas oculares comunes: las cataratas y la degeneración macular relacionada con la edad.
Una aliada contra el cáncer de mama
Es un hecho que la buena alimentación está íntimamente relacionada con la prevención del cáncer. Según se ha demostrado, las setas ayudan a mantener controlados los niveles de estrógeno para prevenir el de mama.Ya sea a corto, medio o largo plazo, todo lo que comes tiene un impacto directo en tu organismo. Potencia los beneficios de una alimentación saludable manteniéndote hidratado, realizando alguna actividad física, no fumando y descansando adecuadamente. Tu cuerpo te lo agradecerá toda la vida.